jueves, 1 de enero de 2009

Año paulino: Sed valientes, huid. Fortaleceros en Cristo: Id contracorriente.

En una casa grande no hay sólo vasos de oro y plata, sino también de madera y de barro; y los unos para usos de honra, los otros para usos viles. Quien se mantenga puro de estos errores será vaso de honor, santificado, idóneo para el Amo, dispuesto para toda obra buena. Huye de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz con todos lo que invocan con puro corazón. Evita también las cuestiones necias y tontas, sabiendo que engendran altercados, y al siervo del Señor no le conviene altercar, sino mostrarse manso con todos, pronto para enseñar, sufrido, y con mansedumbre corregir a los adversarios, por si Dios les concede el arrepentimiento, y reconocer la verdad y volver en razón, libres del lazo del diablo, del que están cautivos, bajo su voluntad.
(Carta a Timoteo 2, 20-26)

Cuanto a vosotros, hermanos, no viváis en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Por consiguiente, no durmamos como los otros, sino que estemos vigilantes y vivamos sobriamente. Los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros hijos del día, seamos sobrios, revestidos de la coraza de la fe y de la caridad y del yelmo de la esperanza en la salvación por nuestro Señor Jesucristo.


(Carta a los Tesalonicenses 4, 4-9)

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